No estamos acostumbrados a relacionar sexualidad con salud mental, pero la verdad es que van de la mano. La manera en la que gestionamos emociones y pensamientos tiene un gran impacto en la forma en la que experimentamos la sexualidad y que tan satisfactoria puede llegar a ser. En el siguiente artículo te explico cómo estan conectadas la salud mental y la salud sexual.
Salud mental y su impacto en nuestra vida sexual
Es muy importante entender que la salud física está conectada con nuestra salud psicológica. Ambas cosas están conectadas, y saberlo nos ayudará a entender el sexo desde un punto de vista más emocional y no simplemente de forma orgánica; ya que el equilibrio entre ambos es fundamental para una sexualidad sana. A continuación voy a explicar cómo se relacionan algunos problemas psicológicos con la sexualidad:
- Ansiedad: ¿Alguna vez has sentido tener la cabeza en todos lados menos en la relación sexual que estás teniendo? Eso es debido a que la ansiedad activa nuestro “estado de alarma” por si en algún momento necesitamos luchar contra algo o alguien (sí, incluidos tus pensamientos); por lo que esto puede llegar a dejar de lado toda conexión con placer e intimidad. Es común que podamos notar una disminución en el líbido, sequedad vaginal, dificultades de excitación, etc. Si sufres de ansiedad es probable que hayas notado que tu vida sexual ha empeorado en algún sentido.
- Depresión: Las personas que tienen depresión suelen padecer de falta de atracción sexual o de dificultad para llegar al orgasmo. En ocasiones, la falta de motivación y de interés en el día a día puede causar una falta de conexión con el cuerpo y la intimidad, teniendo dificultades parecidas a las que ocurren en la ansiedad. Tratar la depresión va a ser necesario para poder activar nuesvamente el instinto sexual y para poder disfrutar de una vida sexual plena.
- TDAH: En el diagnóstico de TDAH, podemos encontrar ambas caras de la moneda. La dificultad de mantener la concentración puede derivar en dificultad de conexión mental y emocional con la sexualidad; pero por otro lado, la hiperfocalización que muchos pacientes suelen presentar, puede ser enriquecedor para gozar de experiencias sexuales intensas y vívidas.
- Trastornos obsesivo-compulsivos (TOC): A lo largo del día una persona puede llegar a tener más de 8.000 pensamientos, no todos son placenteros pero la mayoría de ellos los podemos gestionar con facilidad. En el caso del TOC, los pensamientos obsesivos pueden llegar a causar ansiedad y vergüenza frente al desempeño sexual, lo que deriva en una pérdida de improvisación y de placer sexual por miedo a soltar el control de la situación. Es habitual también que personas con TOC puedan obsesionarse con la higiene, el control de los estímulos y del ambiente, y de las sensaciones físicas, por lo que esto puede dificultar también la improvisación y el disfrute en un encuentro sexual.
- Medicación psiquiátrica con ansiolíticos o antidepresivos: El principal efecto secundario que encontramos en los psicofármacos, como ocurre con los ansiolíticos o antidepresivos, es que puede haber una disminución significativa del líbido o la dificultad para llegar al orgasmo. Todo ello es normal y no hay que preocuparse, ya que en el momento en que dejemos la medicación, nuestra respuesta sexual volverá a ser la que era anteriormente.
Entonces… ¿Qué puedo hacer para conectar más con mi sexualidad?
A continuaciíon voy a detallar algunas ideas o consejos para mejorar nuestra vida sexual:
- Comunicación con la otra persona: Es necesario e importante hablar con tu/s pareja/s sexuales sobre qué está sucediendo, cómo te estás sintiendo y cómo podéis encontrar una solución conjunta. Recuerda que el disfrute y la tranquilidad durante el sexo, no solo es responsabilidad de uno mismo. Ten paciencia: La sexualidad es cambiante, sobre todo en personas menstruantes. Es completamente normal que haya momentos en los que necesites más tiempo para reconectar contigo y/o con tu pareja.
- Cuidar tu cuerpo y tu mente: Igual que es importante cuidarte a nivel sexual, recuerda también cuidarte tanto física como emocionalmente. Rodéate de personas que te hagan sentir en paz, realiza sesiones de terapia psicológica para mejorar tu autocuidado y cuida de tus emociones de la manera en la que lo necesites.
- Buscar ayuda profesional: Es importante que la persona que te acompañe durante el proceso tenga formación tanto en sexología como en psicología, ya que como hemos visto, ambas cosas van de la mano y por ello es fundamental explorar y conocer en qué punto está tu salud mental en este momento y cómo esto está influyendo a tu vida íntima. En el Centro Núria León contamos con especialistas que tienen formación en sexología y terapia de pareja, así que no dudes en contactar con nosotros.
Como hemos podido comprobar, el placer sexual no tiene el origen en el físico únicamente, sino que tenemos que encontrar el equilibrio junto con nuestra parte emocional para permitirnos disfrutar del sexo.
Recuerda que no debes vivir la sexualidad completamente sola o solo. Si estás atravesando alguna dificultad, contacta con nosotros y juntos encontraremos el camino a una vida sexual plena y placentera.