Hambre y saciedad: atender las señales de nuestro cuerpo

En pleno 2024 estamos sobreexpuestos a múltiples estímulos (redes sociales, publicidad, anuncios, etc.) que afectan a nuestras elecciones y a veces activamos el piloto automático para seguir con nuestras obligaciones, pero ¿estamos atentos a las señales y necesidades más simples y básicas de nuestro cuerpo?

Conectar con tu cuerpo para mejorar la relación alimentaria

Hay una relación muy estrecha entre las emociones y la alimentación, y estos estímulos pueden alterar esta relación creando un desajuste a nivel fisiológico, provocando más descontrol tanto en la alimentación como el abordaje de nuestras emociones (ansiedad, estrés, ira, felicidad, emoción, etc.) y a largo plazo, una enfermedad (obesidad, trastornos del comportamiento alimentario, desajuste hormonal, etc.).

La ansiedad y la gestión emocional afectan a la alimentación

¿Notas que pierdes el control a la hora de comer, recurres a la comida cuando sufres ansiedad/estrés, o bien comes por aburrimiento?

Te explico cómo abordar estas situaciones a partir de la reconexión con nuestras emociones y sensaciones. Hablamos de la relación hambre-saciedad.

Primero vamos a definir estos dos términos:

  • Hablamos de hambre, sensación que nos produce nuestro cuerpo de forma fisiológica cuando nos faltan nutrientes.
  • La saciedad, por lo contrario, es la sensación de plenitud cuando no necesitamos más nutrientes.

Alimentación

El hambre no debe confundirse con el apetito que nos referiremos como el deseo psicológico de comer por placer. Todas estas sensaciones están condicionadas y asociadas a experiencias sensoriales como el olor, presentación de los alimentos, color, textura, recuerdos, etc., que nos condiciona en la elección.

Por lo tanto, el momento de comer no empieza en el primer bocado que nos llevamos a la boca si no cuando tenemos esa sensación de comer y empezamos a pensar en los alimentos nuestros sentidos se centran en esa acción para tomar una decisión u otra. Por esta misma razón, es muy importante saber identificar las señales de nuestros organismos y las experiencias sensoriales.

Consejos esenciales desde la psiconutrición

Desde la psiconutrición, trabajamos el saber reconectar con nuestras sensaciones. Para poder tener un mejor control de la alimentación hemos de saber:

  • Identificar la sensación de hambre y saber diferenciar entre hambre emocional (cuando comemos desde una compulsión o necesidad emocional) y hambre fisiológica (cuando comemos porque nuestro organismo nos pide energía).
  • Alimentación consciente: saber escuchar a nuestro cuerpo antes, durante y después de cada comida.
  • Evitar dietas restrictivas.
  • Gestión emocional e identificación de emociones.

Si quieres saber más, ponte en contacto con nuestro equipo y empieza a trabajar estos aspectos de tu vida con la ayuda de una psicóloga y nutricionista especialistas de forma conjunta y simultánea.

De esta manera, conseguimos trabajar diversos aspecto desde varios puntos de vista profesionales y conseguirás mejorar tu relación con la alimentación. Realizaremos una valoración tanto psicológica como nutricional y te daremos herramientas para poder abordarlo. Contacta con nosotros y te ayudaremos.

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